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Salarios: Los estudios pesan, pero más si es en el sector público

16 de agosto de 2024
universitarios dinero
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La última estadística anual sobre estructura salarial muestra la diferencia entre la Administración y los privados, además de una brecha entre quienes tienen o no título y que Canarias es muy estable en el contexto nacional: siempre a la cola en los últimos años.

Además de ser un conocido activista contra la discriminación de la población negra en Estados Unidos, Malcolm X era un ferviente defensor del aprendizaje autodidacta y la educación como herramientas de mejora en la vida de las personas. Su carácter combativo a veces empaña esta otra parte de su personalidad, que se cristaliza en numerosas frases que postulan la importancia de la lectura para la superación individual. Como esta: “La educación es el pasaporte hacia el futuro, el mañana pertenece a aquellos que se preparan para él hoy”. A juzgar por las estadísticas de estructura salarial en España, no le faltaba razón al agitador de Nebraska, ya que las personas con estudios tienen mayores posibilidades de ubicarse entre los mejor pagos del país. 

La prueba está en que, según el INE (Instituto Nacional de Estadística), los licenciados y doctores universitarios ganaron en 2022 —último año analizado por el ente oficial— 44.672,13 euros anuales en promedio, cifra que supera en un 65,8% la media nacional. En la otra punta de la tabla, los trabajadores con estudios primarios incompletos recibieron una remuneración anual de 17.333,57 euros, lo que se traduce en un 35,7% inferior al salario medio. Del mismo modo, el paro se ceba con estos últimos en un 22,12%, frente al 7,34% de los que han completado una formación superior.

Si miramos por comunidades autónomas, Canarias no está muy lejos de la media nacional, ya que los licenciados y doctores obtienen una media salarial de 43.840 euros, por encima de la Comunidad Valenciana (41.410 euros), Castilla y León (39.255) y Extremadura (37.100), pero por debajo de los 46.806 del País Vasco, los 48.211 de Baleares y los 49.149 euros de la Comunidad de Madrid, a la luz de los datos de la Encuesta de Estructura Salarial (EES).

A la hora de analizar cuánto cobran estos graduados universitarios según el sexo, los hombres llevan una clara ventaja, ya que en la media nacional la diferencia es de más de 9.000 euros al año, con las mujeres recibiendo una paga anual de 40.817 euros frente a los 49.313 del sexo opuesto (20% superior). Si analizamos las distintas categorías en que el INE clasifica el grado de estudios alcanzado, la brecha se mantiene entre hombres y mujeres, con unas diferencias que oscilan entre un 17 y un 31 por ciento según cada punto de la escala y que en la formación profesional se amplían más que en el resto, con 22.407 euros las mujeres y 31.958 los hombres, un 42 por ciento superior. Podría decirse que en la formación de tipo técnico es donde los hombres más se diferencian en nivel de salario medio frente a las mujeres.

Por otra parte, el 24,2% de las mujeres obtuvo un salario anual menor o igual que el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en 2022, frente al 10,3% de los hombres. En esta situación influye, apunta el INE, el mayor porcentaje de mujeres que trabajaron a tiempo parcial en el año analizado. Si se tienen en cuenta los salarios más elevados, el 3,9% de los hombres presentaron salarios cinco veces o más superiores al SMI, frente al 2,2% de las mujeres.

Con la lupa puesta en el análisis por ocupación, la muestra indica que los directores y gerentes disfrutaron de las ganancias anuales más altas, con un salario medio de 59.478,63 euros. Este salario es un 120,7% superior al promedio nacional, una diferencia habitual entre los niveles jerárquicos dentro del mercado laboral. Por otro lado, los trabajadores no cualificados en servicios (excepto transporte) obtuvieron los salarios más bajos, con una media anual de 14.665,40 euros, lo que representa un 45,6% menos que el promedio. Esto refleja la continua brecha entre las ocupaciones altamente cualificadas y aquellas que no requieren una preparación específica. Algo que se nota en el sector de la hostelería, con gran peso en Canarias, que tuvo los salarios medios anuales más bajos, con 16.274,71 euros, un 39,6% inferior a la media.

Es frecuente que se aluda a la posibilidad de que el déficit del sistema de pensiones se pueda subsanar con la entrada en el mercado laboral de inmigrantes. Pero los números no indican que puedan compensar el trabajo de los nacionales. Así, los empleados con DNI español presentaron los salarios medios anuales más elevados, con 27.500,25 euros. Mientras, en comparación, todos los grupos de trabajadores con nacionalidad distinta a la española tuvieron salarios inferiores al promedio. Los salarios más bajos se registraron entre los trabajadores de América, con una media de 18.214,62 euros anuales. Es decir, su contribución al sistema previsional es creciente en aportantes, pero en una magnitud promedio inferior a la de los españoles.

Mayor duración, más salario
En 2022, los trabajadores con contrato de duración indefinida y los de duración determinada presentaron diferencias salariales significativas, según este estudio. Para establecer comparaciones precisas, la EES ajustó los salarios de aquellos trabajadores que no permanecieron todo el año en su puesto, asignándoles un ingreso anual equivalente al que habrían percibido de haber trabajado todo el año en las mismas condiciones. Los trabajadores con contratos de duración determinada tuvieron un salario medio anual de 25.096,82 euros, lo que es un 6,9% inferior al salario medio nacional. Por otro lado, los empleados con contratos indefinidos obtuvieron un salario medio anual de 27.193,32 euros, un 0,9% superior a la media.

Como dato llamativo, el salario anual de los contratos temporales aumentó un 25,5% respecto a 2021. Este incremento significativo puede atribuirse, en parte, a la entrada en vigor del Real Decreto-ley 32/2021, de 28 de diciembre, la última reforma laboral. Esta reforma provocó que muchos contratos temporales se convirtieran en indefinidos mediante la controvertida figura del contrato de fijo discontinuo. Como resultado, el porcentaje de trabajadores con contrato temporal en la encuesta pasó del 18,3% en 2021 al 11,7% en 2022. A pesar de estos cambios, el salario anual de los contratos indefinidos experimentó una leve disminución del 0,8% entre ambos años. 

En este punto, es interesante destacar un reciente trabajo de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) que concluye, basándose en datos, que la reforma laboral solo tuvo un efecto de maquillaje. Estadísticamente, los patrones de creación y destrucción de empleo antes y después de la reforma son idénticos (excepto por una disminución de la destrucción de empleo a final de mes). Se forma un ciclo en el que se crea empleo el lunes, se destruye el viernes; se crea el sábado y se destruye el domingo; se crea el primer día de mes y se destruye el último día del mes. Es decir, puede haber sido muy efectiva contra la temporalidad contractual, pero no tanto contra la precariedad o temporalidad empírica, por lo que la tasa de temporalidad ya no es útil para medir la precariedad laboral en los hechos. 

El análisis de la EES también reveló una relación positiva entre la edad de los trabajadores y su nivel salarial hasta los 59 años. Sin embargo, para los trabajadores de 60 a 64 años, el salario medio descendió, aunque se mantuvo por encima del salario medio nacional. La tendencia salarial volvió a ser ascendente para el grupo de 65 años y más, quienes registraron el salario más alto con 30.496,85 euros anuales. Por otro lado, los menores de 20 años tuvieron un salario medio anual significativamente más bajo, alcanzando solo los 10.597,24 euros. Esta cifra refleja el mayor peso de los trabajadores con contratos temporales y a tiempo parcial dentro de este grupo de edad.

La inflación empobrece
Debe tenerse en cuenta que la inflación en 2022 subió más del doble que el salario medio, con un Índice de Precios al Consumo (IPC) que se disparó un 8,4% de media frente a unas remuneraciones de los trabajadores que crecieron mucho menos. El salario medio se revalorizó un 4,07% en 2022, pero este incremento no fue suficiente para compensar el drástico aumento de los precios, el mayor en cuatro décadas. 

El desajuste entre el aumento de los salarios y el de la inflación resultó en una significativa pérdida de poder adquisitivo para los trabajadores, que vieron mermado en 4,3 puntos su poder de compra, evidenciando que, como suele ocurrir en estos casos de depreciación de la moneda, los aumentos salariales no lograron mantenerse al ritmo de la subida de los precios, afectando la capacidad de compra de los ciudadanos.

Los datos recabados por el INE confirman, por otro lado, que en el sector público se pagan mayores remuneraciones, en promedio, que en las empresas privadas. Así, el salario medio en el sector público se situó en 35.212 euros, mientras que en el privado alcanzó 24.751 euros, un 29,7% menos. Si nos fijamos en Canarias, el salario medio en el sector público fue en 2022 de 32.558 euros frente a su homólogo del sector privado, que fue de 19.970 euros. La brecha es mayor que en el promedio de toda España, ya que fue de 38,66 %.