En un sector gastronómico cada vez más competitivo, el restaurante Píkaro, ubicado en la Gourmet Experience de El Corte Inglés, ha dado un paso significativo hacia la consolidación de su identidad con una alianza estratégica con la Panadería Zulay, un obrador palmero reconocido por su artesanía. La colaboración, presentada este viernes, incorpora el bi-brioche de boniato de Zulay a la carta de Píkaro, un pan diseñado para complementar y potenciar los sabores de una propuesta culinaria que fusiona lo global con lo local. Esta iniciativa no solo enriquece la oferta del restaurante, sino que también subraya el creciente protagonismo de los productos de proximidad en la gastronomía canaria.
La génesis de esta colaboración responde a una carencia identificada por el equipo de Píkaro: la ausencia de un pan que estuviera a la altura de su propuesta gastronómica. “Nos dimos cuenta de que necesitábamos un pan que no solo acompañara, sino que elevara nuestros platos. Queríamos un producto con raíces, que reflejara nuestra apuesta por lo local y el respeto al oficio”, explicó Pedro Salas, chef ejecutivo de Píkaro. La solución llegó de la mano de Panadería Zulay, cuyo bi-brioche de boniato, elaborado con técnicas artesanales, cumple con creces esas expectativas. “Es un pan que suma, que marida y que respeta la esencia de cada ingrediente”, añadió Salas.
Bryan Medina, maestro panadero y copropietario de Zulay, destacó el enfoque detrás del bi-brioche: “Nuestro objetivo era crear un pan con carácter, pero equilibrado, que absorbiera los sabores de los platos sin imponerse. Queríamos que reflejara nuestra filosofía: artesanía, producto canario y una mirada hacia la innovación”. El resultado es una pieza de textura esponjosa y sabor sutil, ideal tanto como acompañamiento como base para los sando, los sándwiches japoneses que Píkaro reinterpreta con ingredientes locales y técnicas internacionales.
El acto de presentación, celebrado en el propio restaurante y conducido por Jorge Vidal, socio fundador de Píkaro, reunió a profesionales del sector y medios especializados. Los asistentes degustaron una selección de platos que ilustraban la versatilidad del bi-brioche, desde un ceviche mixto con leche de tigre de tuno indio hasta un nigiri de lubina canaria a la bilbaína, pasando por un steak tartar sando y un brioche de cordero isleño con salsa de anchoas. El broche lo pusieron postres como mini dorayakis de Nutella y plátano, y bocados de mango con mascarpone y mantequilla salada, que reforzaron la capacidad de Píkaro para equilibrar influencias globales con sabores autóctonos.
Desde su apertura en noviembre de 2024, Píkaro se ha posicionado como un referente de la gastronomía “sin etiquetas” en Las Palmas. Su modelo de cocina non-stop, que abarca desde desayunos hasta cenas, se sustenta en una carta que combina técnicas asiáticas con materias primas canarias. Esta flexibilidad, sumada a su apuesta por la innovación, ha permitido al restaurante conectar con un público diverso. La incorporación del bi-brioche de Zulay no solo refuerza esta propuesta, sino que también consolida su compromiso con la economía local, un aspecto clave en un contexto donde los consumidores valoran cada vez más la autenticidad y la sostenibilidad.
La alianza con Zulay llega en un momento de efervescencia para la gastronomía canaria, marcada por el auge de productores que priorizan la calidad y la identidad territorial. Obradores como Zulay, que combinan tradición y modernidad, están redefiniendo el papel del pan en la alta cocina, pasando de ser un mero acompañante a un elemento que enriquece la experiencia gastronómica. Para Píkaro, esta colaboración representa una oportunidad para diferenciarse en un mercado saturado de propuestas convencionales, apostando por un modelo que celebra la creatividad y el arraigo.
El impacto de iniciativas como esta trasciende lo culinario. En un archipiélago donde el turismo desempeña un papel económico central, la promoción de productos locales a través de la gastronomía puede impulsar la visibilidad de pequeños productores y fortalecer las cadenas de valor. La colaboración entre Píkaro y Zulay es un ejemplo de cómo los restaurantes pueden actuar como catalizadores de este cambio, conectando a los comensales con la riqueza del entorno canario.
Con esta alianza, Píkaro reafirma su vocación de “cocina en movimiento”, un concepto que no solo se refiere a la versatilidad de su oferta, sino también a su capacidad para evolucionar y dialogar con el territorio. Para quienes deseen explorar esta propuesta, el restaurante invita a descubrir su carta en Las Palmas o a seguir sus novedades en redes sociales. En un mundo donde la globalización a menudo homogeneiza los sabores, Píkaro y Zulay demuestran que lo local sigue siendo una fuente inagotable de inspiración.