La Bodega Tierra Viva ha comenzado el proceso de embotellado de sus primeras referencias tras una vendimia marcada por una considerable reducción en la producción. Este año, la recolección alcanzó 1,3 millones de kilos de uva, menos de la mitad de los 3,3 millones obtenidos en 2023. Sin embargo, a pesar de la caída en la cantidad, los expertos aseguran que la calidad de la uva ha sido excelente.
La bodega planea embotellar unas 9.500 botellas en esta primera fase, distribuidas en 4.000 de Malvasía Seco, 3.000 de Rosado y 2.500 de Blanco Semidulce. La uva predominante es la Malvasía Volcánica, complementada por otras variedades como Listán Negro, Listán Blanco y Moscatel, lo que aporta riqueza y diversidad a la producción. Se espera que el proceso de embotellado finalice en enero de 2025, cuando se completará la producción de vinos tintos.
Las difíciles condiciones climáticas de 2024, con una brotación irregular y la falta de lluvias en primavera, afectaron tanto la cantidad como la maduración de la uva, lo que explica la merma en la producción. No obstante, los viticultores han trabajado en estrecha colaboración con las bodegas para aprovechar al máximo cada racimo de uva cosechado. El precio de la uva, impulsado por la menor producción, se ha incrementado entre 15 y 20 céntimos por kilo, oscilando entre 3,40€ y 3,60€.
Jorge Rodríguez, presidente del Consejo Regulador de la DOP Vinos de Lanzarote, ha querido destacar que en este contexto “a pesar de la baja producción, la calidad de la uva es espléndida gracias al esfuerzo de los viticultores. Estamos convencidos de que la añada 2024 mantendrá el alto nivel que hemos conseguido durante varios años. Lanzarote demuestra que, incluso en años difíciles, se pueden producir vinos dignos de disfrutar”.
Con este proceso de embotellado, Bodega Tierra Viva quiere reafirmar su compromiso con la calidad, consolidando su reputación en la producción de vinos excepcionales a pesar de las adversidades. Quienes prueben uno de sus vinos de esta cosecha podrán confirmarlo.
