Vivir lejos de la tierra que te vio nacer produce una nostalgia difícil de aplacar. En el año 1953 un grupo de canarios asentados en Madrid fundó allí la Casa de Canarias para paliar esta melancolía. Setenta años después esta institución privada no solo sobrevive sino que desde hace ocho años ha recibido un nuevo impulso bajo la presidencia de Roberto Miño Reig (Las Palmas de Gran Canaria, 1988) abriendo esta institución para que sea más que un club social, todo un referente para la gente de canarias que pasa o vive en la capital de España.

Por la Casa de Canarias de Madrid pasan al año unas 9.000 personas entre las que buscan ese lugar conocido cuando todo les es ajeno pero también las que participan puntual o asiduamente en alguna de sus muchas y diversas actividades. Conversando con su presidente, Roberto Miño, nos explica que quienes se acercan a su sede situada en el número 13 de la madrileña calle Santa Cruz de Marcenado en la zona de Conde Duque, se llevan la experiencia 360 de lo que es Canarias social, cultural y empresarialmente. Es habitual que en sus paredes haya alguna exposición de arte o de escultura o que en la planta de arriba te encuentres con la presentación de un libro o un disco -canarios, por supuesto- por lo que con cierto orgullo comenta que ya se la conoce como “la embajadita canaria en Madrid” porque se ha consolidado como el sitio de reunión de los canarios en la capital. Poco tiene que ver la Casa actual con aquel grupo de hombres que cuando se desplazaban a Madrid por trabajo se reunían informalmente allá por el año 1949, bien fueran artistas o gente de la empresa. Aquella comunidad fue creciendo y cuatro años después constituyeron la Asociación Casa Canaria, más conocida como el Hogar Canario. Ese mismo espíritu que aspiraba tanto a reunir a los canarios del exterior como el de dar a conocer lo canario en el exterior es el que ha pervivido hasta la actualidad.
Pero también ha habido muchos cambios desde entonces. El evento más multitudinario que organizan actualmente -de hecho el acontecimiento canario que mayor participación tiene fuera de las islas- es una Romería por el centro de Madrid que termina en Verbena en una conocida sala de fiestas madrileña. Este 25 mayo se celebrará su séptima edición que contará con la participación de los cantantes Pepe Benavente, Caco Senante y Pancho Corujo. Ya consolidado como el día de Canarias en Madrid se celebra una semana antes que el oficial de la Comunidad Autónoma para no interferir con sus actos, en el mismo se lleva a cabo una ofrenda a la bandera, la gente se viste de romera y se otorgan premios a canarios ilustres. Este año se otorgarán medallas de honor al periodista Roberto Herrera por ser “el altavoz de Canarias”, otra para Doña Hermas Méndez, la única alcaldesa elegida en las elecciones del 79 que sigue entre nosotros, y también una para Ana Oramas, por su trayectoria en Madrid como diputada nacional. Es el día que la Casa de Canarias se viste de gala, nos explica Roberto Miño, y muestra de manera “esplendorosa nuestra cultura, nuestra música y se llevan a cabo estos reconocimientos”. Una celebración para todos los gustos porque según añade Miño los mayores disfrutan más con la parte de las ofrendas mientras que los más jóvenes prefieren la parte más festiva.
De hecho buena parte del nuevo enfoque de la casa ha sido el de ampliar el público al que iba dirigido para lo que, por ejemplo, se pusieron en marcha actividades deportivas, como un equipo que juega en la segunda regional madrileña formada por chavales de las canteras -incluidas de la UD de Las Palmas y del Tenerife- que jugaban en Canarias pero se encuentran en Madrid porque decidieron estudiar fuera o por razones de trabajo. Este equipo ya se conoce como la selección canaria en el exterior. Asimismo organizan jornadas gastronómicas en las que traen a productores y chefs canarios a la península para mostrar su producto y su cocina, invitando a hosteleros y personas que pueden actuar como embajadores de los mismos. La cultura tiene un papel muy importante en la casa de Canarias y se han llevado a cabo actividades con Los Gofiones mientras que Los Sabandeños iniciaron las actividades de la Casa en 2024 con un multitudinario homenaje que abarrotó la Sala Galileo Galilei que colgó el cartel de aforo completo.
También ayudan a las instituciones públicas a presentar sus proyectos aprovechando especialmente ferias como Fitur, para lo que Roberto Miño recuerda que un año colaboraron con el Cabildo de Fuerteventura y el ayuntamiento de La Oliva para presentar su oferta turística en la Casa de Canarias o en la Feria Gourmet con el Cabildo de La Palma para presentar su oferta gastronómica. Una colaboración que también llega a los emprendedores canarios que se instalan en Madrid, a quienes apoyan para que sus presentaciones puedan ser un éxito y pueden ampliar su agenda social gracias al prestigio de esta institución que ya cumple 70 años.
Para poder llevar a cabo todos estas iniciativas Roberto Miño decidió ampliar la base con la que se financiaba la Casa de Canarias más allá de los socios con patrocinadores que actualmente son de la talla de Binter, Tirma o CajaSiete, entre muchos otros. De hecho el actual presidente recuerda que lo que encontró al llegar a la institución fue una importante deuda a la que hizo frente ampliando las actividades en lugar de reducirlas, y gracias a este sistema de patrocinios se han podido llevar a cabo iniciativas que las cuotas de los socios jamás habrían cubierto y en las que además pueden participar personas que no estén vinculadas con la institución. Un nuevo enfoque de gestión empresarial para una asociación privada que ha permitido a la Casa de Canarias abrirse al mundo, no solo ampliando su oferta de actividades sino también literalmente, ampliando sus horarios para pasar de abrir tan solo cuatro días por las tardes a tener abiertas sus puertas todos los días de la semana salvo los lunes al mediodía. Tampoco rehuyen de la colaboración pública aunque ésta solo cubre una pequeña parte de su presupuesto del mismo modo que tampoco rechazan la participación del mundo de la política ya que bajo el punto de vista de Roberto Miño no se trata de “no hacer, sino de hacer con todos”, de evitar mantenerse al margen de las cosas sino considerar que la Casa tiene estar en todo pues no se puede mantener ajena a la política ya que está también parte de la sociedad. Una forma de entender la sociedad que no discrimina a nadie por su adscripción política y que ha llevado a la Casa de Canarias a ser la casa de todos aquellos que aman a su tierra y quieren hacer algo por las islas. Esta es para Miño la única garantía de su independencia y credibilidad. Y no debe andar desencaminado porque esta también es la clave de una sociedad abierta y tolerante en la que caben todos, sólo con esta filosofía la Casa de Canarias ha conseguido perdurar a lo largo de los años cada vez con más vigor.